Volver a nacer

Hace 10 días escribí este texto sobre todo lo que pasó en estos últimos 6 meses y quería compartirlo cuando sienta que mi hermana estaba lista. Hoy ella escribió su propio texto y siento que así como ella escribió que era para sacarse un peso de encima, ojalá esto me sirva para lo mismo a mi. 

Volver a nacer

Si tuviera que explicar los últimos 6 meses de mi vida no sé si podría, pero quizás, tal vez, me gustaría intentarlo.

Pasando la medianoche de un invierno que me parece el peor que viví, suena una llamada que me hubiera gustado que no llegara nunca. Hospital, tensión, miedo, culpa… 

Un libro me había parecido más importante que decirte buenas noches y que te amaba. 

Solamente reaccioné con risas a tu último mensaje. 

Un cuadro médico muy grave, con pocas esperanzas, con muchas posibles complicaciones. 

Si me pongo a pensar en esos primeros días siento la sensación de que había mucho ruido, mucha gente, mucha angustia, mucho miedo y mucho amor.

Todo era mucho y yo solamente quería el silencio suficiente para de alguna forma sentir que podía escuchar tu voz. 

La sala de espera de la terapia intensiva me cambió la vida. Como si todo lo que ya estaba pasando no fuera suficiente, ese fue el golpe de realidad más grande dentro de tanto deseo de que nada de lo que estaba pasando fuera real. 59 días en UTI, vimos tantas caras pasar, tanto llanto y tanto miedo que era muy difícil no dejar que todos los fantasmas te acorralaran en la silla que te sentabas a esperar. 

Pero vos hacías lo que querías, como siempre. Los partes médicos decían cosas que vos no respetabas, porque vos te querías salvar. Y cada estadística que existía vos la hacías a un lado y creabas tu propio mapa. Y así, después de tantos días le dimos la mano a la jefa de UTI, con mil cosas en la cabeza que quería decir, pero que siento que jamás sería capaz de poner en palabras. Quizás lo más sencillo era decir gracias con lágrimas en los ojos, que fue lo que hice. Pero a eso le faltaban palabras. Era gracias por salvarle la vida a mi hermana, gracias por traerla de vuelta, gracias por ayudarla a volver a nacer.

Los meses siguen pasando y estamos en un proceso largo, muy largo. Pero cuando después de tanto días volviste a mirarme a los ojos supe que todo iba a estar bien. Esa sensación de calma que solo vos me das, el silencio necesario para volver a escuchar tu voz. Porque vos me enseñaste eso, la fortaleza del mundo está encapsulada en vos. Y ahora podemos hablar de nuevo de lo que sentimos y volvemos a crear el espacio seguro que teníamos y creamos esta nueva vida con tu renacer. 

Me dijeron que nadie va a volver a ser la misma persona después de esto y creo en esas palabras. Porque si tu vida me parecía de lo más valioso en la mía, imaginate resignificarla con esta segunda oportunidad. 

Siento que las palabras se quedan cortas para describir los últimos 6 meses de mi vida, porque todo se paró. El pilar más importante de mi vida no me podía decir que todo iba a estar bien. El miedo y la ansiedad me invadían, todavía me invaden, estas cosas no son fáciles de superar, pero aunque mi vida se paró, seguimos latiendo juntas y hoy puedo vivir el privilegio de tu existencia.

Como siempre este mundo me sigue pareciendo injusto y muy poco para lo que te merecés vos, pero quizás de a poco lo hagamos un poco mejor. Porque si pudiste renacer, ya no hay nada que no puedas hacer.